
Si bien a la hora de prepararse para la boda, el vestido suele acaparar la mayor atención de la novia el velo no se queda atrás. Este accesorio siempre ha tenido un valor importante dentro del ritual nupcial, tanto así que con el pasar del tiempo ha tenido cambios y en la actualidad lo encontramos moderno y convencional, pero sigue siendo la opción preferida por la novia. El uso del velo es una costumbre que tiene sus orígenes en los imperios griego y romano. Entonces su uso tenía un sentido supersticioso. Aunque originalmente el velo se utilizaba blanco, pues era símbolo de la pureza, con el pasar del tiempo esta condición varió y comenzó a imponerse el gusto de la novia. Así podemos encontrarlo color champagne, perla o hasta rosado. También en su forma ha sufrido transformaciones y por eso en la actualidad puede llevarse a la altura del codo o tan largo como la cola del vestido. A pesar, de ser el velo lo más convencional, algunas novias optan por otros accesorios, como las mantillas, prenda tradicionalmente española. Existen tres tipos de mantilla: la de blonda, elaboradas con dos tipos de seda, la de encaje chantilli, y las bordadas con tul. Es recomendable pedir siempre una opinión profesional. Para saber que tipo de velo o mantilla va bien con el estilo del traje y sobre todo con el tipo de cuerpo de la novia.
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